Día 45. Volando hasta Zamora

esta mañana he salido de El Cubo con toda la tranquilidad. 13 kilómetros me separaban de Villanueva de Campean y decidí quedarme a desayunar con el equipo y partir a eso de las 11 de la mañana. Al poco rato de salir, Luís, el técnico del Ayuntamiento de El Cubo se puso en contacto con Nico para comentarle que había un Hostal en Zamora que estaba interesado en el proyecto. Lo había conocido a través de los medios locales y querían contribuir con su granito de arena. 

una vez Nico habló Aquilino, el dueño, decidí que si tenía un hostal en Zamora debía de llegar ese mismo día, porque una cama… no la pillaba en condiciones desde Almería. Dicho y hecho, después de una parada de 45 minutos para almorzar con el equipo y otra para tirar dos monedas en el pozo del cruce de caminos (una por mi promesa y otra por un gran amigo que lo está pasando mal) a eso de las 7 de la tarde, estaba entrando en el casco histórico de la ciudad. 38 kilómetros a muy buen ritmo y con un fuerte viento lateral.

el esfuerzo mereció la pena porque en el Hostal Don Rodrigo nos esperaban dos habitaciones, una de tres para el equipo y una fantástica de matrimonio para mí y para dos días. No me lo podía creer. El encargado era Feliciano, un hombre de los que no quedan. Nos acompañó a las habitaciones, ayudó a aparcar la furgoneta del equipo de rodaje en el parking privado y nos invitó a un benjamín de cava.

ducha, pinchos morunos y patatas con mojo picón y a la cama

al día siguiente desayunamos con descuentos del hostal y paseamos por la parte histórica para que Nico pudiera llevarse unas bonitas imágenes de la ciudad. Las pasó canutas porque steadycam y viento no son buenos aliados. A la vuelta al hostal, ya sólo y para descansar, no me lo podía creer, en el hostal me habían comprado una máquina para masajear los pies, impresionante. Aquilino y Feliciano, muchas gracias, de verdad. Pasaré a visitaros pronto y con zapatos, pero volveré a daros las gracias por todo esto. Casi se me olvida, y gracias por el vino para mí y el equipo de Digital Master.

por si el día en Zamora no había sido poco, por la noche me invitaron a cenar unos familiares de mi amigo Mario, no saben lo que han hecho porque hay quien dice que sale más barato comprarme un traje, y los gasto de tallas grandes, jajaja. Gracias amigos.